Textos Medievales en Nuestro Himnario Mormón


Uno de los periodos más obscuros de la humanidad es conocido como la Edad Media, el oscurantismo, el cual no disfrutó de las bendiciones del evangelio. Este periodo forma parte de la gran noche de apostasía que oscureció la luz que trajo el Señor y su Iglesia, y precedió a los rayos del alba de la restauración.

El Señor en su infinita misericordia no desproveyó totalmente a las personas que vivieron en este periodo de su influencia totalmente, hubo muchísimas personas notables que fueron de alguna forma inspiradas a razonar correctamente, distinguir engaños, amar y desarrollar una fe poderosa en el Señor.

Al examinar nuestro himnario encontramos que algunas de las letras de los himnos fueron poemas compuestos por hombres honestos que vivieron dentro de este periodo oscuro, que tal vez fueron como antorchas de esperanzas para sus contemporáneos, e incluso generaciones posteriores.

El primero de estos himnos es el 31 Oh, Creaciones del Señor, compuesto por San Francisco de Asís (1182-1226). Él fue una inspiración para muchos, se reveló a la forma de vida que llevaba el clero y  decidió dar un servicio sin preocuparse por el enriquecimiento y se volvió totalmente al cuidado de los pobres.

Es famoso por su relación y amor con los animales, pero esta relación sólo se debía a que él veía a Dios en la naturaleza y en cada una de sus creaciones. Consideraba que al cuidar de las creaciones de Dios se le servía a Él directamente.

El segundo himno es el 33  Honor, Loor y gloria escrito por Theodulfo de Orleans (760-821). Obispo de Orleans nombrado directamente por Carlomagno en el 794, le proveyó asimismo de la abadía de Fleury, hoy San Benito. Fue uno de los más brillantes personajes del denominado renacimiento carolingio. Fundó numerosas escuelas para jóvenes nobles, i Incluso descubrió los restos del fundador de los benedictinos, San Benito de Aniana, resituándolos en un monasterio convertido en lugar de peregrinación. Fue uno de los firmantes en el testamento de Carlomagno. En 816 recibió el palio de manos del papa Esteban IV. Su labor fue muy importante en el campo administrativo eclesial, redactando numerosas capitulares y en el campo jurídico. Sobrevivió a la muerte de Carlomagno, y su sucesor Luis, le demostró la misma confianza que su padre. Se supone que participó en la traición de Bernardo, hijo de Carlomagno rebelado en Italia en el 817, pues a raíz de este suceso se le privó de su obispado y rentas, siendo preso en Angers, donde falleció en el olvido, posiblemente en este periodo escribió sus más importantes poemas de adoración al Señor, el cual encontramos en el himnario.

El tercer himno con texto medieval lo encontramos en el himno 76  Tan sólo con pensar en Ti, de Bernardo de Clirvaux (1091-1153). "San Bernardo de Clairvaux es claramente uno de los más grandes predicadores de ese periodo. Nacido en una familia noble cerca de Dijon, Francia en 1090 DC, Bernardo fue inspirado por el ejemplo de una congregación religiosa nueva, los Cistercienses, quienes habían abandonado la relativa facilidad y seguridad de la vida monástica benedictina de ese tiempo para vivir según la regla primitiva de San Benito a través de duro trabajo manual, soledad y oración rigurosa. Cuando San Bernardo decidió abandonar la vida privilegiada de la nobleza para entrar al monasterio, él trajo consigo a 30 parientes nobles. Una vez que hizo su profesión de votos fue nombrado abad al poco tiempo y fundó más de 40 monasterios durante su vida. La predicación carismática de Bernardo y su carácter ejemplar cambiaron las vidas de miles de personas y sus escritos siguen inspirando en la actualidad a los cristianos de todo el mundo. Sus palabras eran tan dulces que San Bernardo fue conocido como el “Doctor Melifluo” (lleno de miel).

El amor de Dios se extiende a todos sus hijos en toda época. Aunque algunos no pueden disfrutar del evangelio en vida, pueden al menos sentir su influencia y que el fin de su fe tiene un sentido verdadero.
Los textos de estos himnos sin duda se acoplan a la teología mormona, y esto se debe a que no tenemos una teología tan distinta en lo relacionado con amar a Cristo de lo que tiene la Iglesia Católica en la actualidad y en el pasado, y considerando que la doctrina durante la edad Media aun no sufría todos los cambios que trajo el tiempo.

Nuestro himnario es una fuente de tolerancia y reconocimiento a todos los pensadores honestos quienes han amado a Dios desde el corazón. Nos podemos asombra al ver los nombres de algunos de los escritores de los textos de nuestro (?) himnario, podemos hallar personajes tan importantes como Martín Lutero o Charles Wesley.  


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